Aunque es algo ya documentado sobre esta especie, nunca se sabe lo que puedes encontrar en el estómago de un pez abisal, siempre puedes llevarte alguna extraña sorpresa. En este caso descubrimos en su interior, tal y como se ve en la foto, una gamba roja poco digerida. Por esta vez no es nada extraño, es una comida habitual de este pez.
Lo que podemos añadir de trascendencia es observar que fue tragada de la cabeza a la cola, es decir que se la tragó de frente, parece que es lo normal, y no es que la gamba huya hacia la presa erróneamente, sino que probablemente, fue engañada en la oscuridad por la luz de la barbilla del pez boa, que la usa a modo caña de pescar, aquí sí podría decirse la expresión “meterse en la boca del lobo”, sólo que en este caso, la gamba se metió en la boca del pez.